Declaración de Ciudad Juárez para el retorno de los desaparecidos (as) en México

En FUUNDEC, cada día observamos con dolor cómo crece el movimiento de miles de familias en búsqueda de sus desaparecidos y desaparecidas, a lo largo de todo el País. Con azoro, observamos que ninguna autoridad actúa, ni se conduele. La indolencia es la cara de la inactividad del Ministerio Público, de las policías de investigación y del Estado que, en conjunto, no ha podido dar con el paradero de ninguno de nuestros desaparecidos. ¿Cuántos caminamos sin saber que somos las siguientes víctimas? ¿Cuántas madres no saben aún que les espera una dolorosa búsqueda?

Muchas madres, padres y cónyuges tenemos la hipótesis de que la autoridad está coludida en la sustracción de nuestros desaparecidos. Muchos son los casos en los que la policía, la marina, o el ejército han sido vistos en el momento de las privaciones de la libertad. Cuando acudimos, el Ministerio Público nos responde con que hay que esperar 72 horas, o nos disuade con amenazas veladas de que no es conveniente continuar la búsqueda, o por falta de dinero para pagar la investigación, o simplemente porque no nos conviene, pues tenemos más familia que corre peligro. En el mejor de los casos, nos recibe un gobernador para anunciarnos que están buscando en fosas, dando por sentado que sólo muertos los están buscando.

Por ello, FUUNDEC anuncia el inicio de una movilización nacional, al que están convocadas todas las familias: las madres, los padres, hermanas y hermanos, hijos e hijas de quienes hayan sido desaparecidos, desde el inicio de la administración de Felipe Calderón, o desde antes, para demandar: a) La creación de una subprocuraduría especializada para personas desaparecidas, b) la atracción de todos los casos de personas desaparecidas por parte de la PGR, c) la aceptación oficial del informe preliminar del grupo de trabajo sobre desapariciones forzadas de La ONU y d) un Programa Nacional de Atención a los Familiares de las Personas Desaparecidas.

Esta movilización parte de la premisa de que en este momento muchos son los problemas que atribulan al Pueblo de México: desempleo, migración y desplazamientos forzados, luto por las miles de ejecuciones, y desazón por la corrupción que brota por todas partes en la vida institucional del País, con principal preocupación en el proceso electoral que se avecina. No obstante, declaramos solemnemente que no volveremos a tener paz y tranquilidad hasta que no se resuelva sobre el paradero de cada una de las 18,491 personas desaparecidas, según cifras extraoficiales de la SEDENA en enero de 2011, hasta que la autoridad no satisfaga el derecho a saber qué pasó y se finquen las responsabilidades penales y políticas que exige cada caso.

Emplazamos a la Cruz Roja Internacional, al Consejo de Derechos Humanos de la ONU y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que activen los procedimientos que correspondan ante la severa descomposición que priva en México, ante la emergencia humanitaria provocada por las miles de desapariciones, y las decenas de miles de ejecuciones que han convertido al territorio en un paraje de fosas comunes y en un tiradero nacional de cuerpos.

Para nosotras y nosotros no están muertos, y exigimos una búsqueda de vida: ¡los queremos a todos de vuelta en casa, a los responsables en la cárcel y que jamás nadie tenga que pasar por lo que estamos pasando!

Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila
Ciudad Juárez, Chihuahua, a 10 de junio de 2011, fecha que no se olvida