Insuficiente, trabajo ante desaparecidos

La creación de nuevas instituciones o leyes para atender a las víctimas de desaparición son insuficientes si se carecen de resultados, advirtió Santiago Corcuera, miembro del Comité sobre Desapariciones Forzadas de la Organización de las Naciones Unidas.

“Basta de discursos, nuevas leyes e instituciones: necesitamos que haya resultados”, reiteró al participar en el seminario Desaparición forzada de personas, Crimen de Estado y Rendición de Cuentas.

Expresó que son más importantes las acciones para encontrar a las personas que una buena legislación en el tema de desapariciones forzadas en la situación actual de México.

En lo referido a la tipificación del delito, debido a que el país es parte de convenciones internacionales, está obligado a establecer en sus leyes el delito de desaparición como una falta autónoma; es decir, distinto a otras conductas parecidas; sin embargo, “México se encuentra en un grado de incumplimiento de esta obligación muy severo”, pues hasta el 2011 únicamente en el Código Penal Federal y siete estados de la República contenían estas especificaciones.

A seis meses de la nueva administración, es cierto que en el discurso se ha expresado la intención de un cambio; sin embargo, es hora de mostrar resultados, dijo Corcuera.

DESAPARECIDOS EN ZONA ROSA

En tanto, el titular de la Comisión de Derechos Humanos del DF, Luis González Plascencia, explicó que el país carece de metodologías y mecanismos que permitan la búsqueda inmediata de las víctimas.

Tal fue el caso de los 12 jóvenes de Tepito que desaparecieron hace poco más de dos semanas en un bar de la Zona Rosa. Explicó que el primer paso de las investigaciones debió centrarse en la ubicación de su paradero, y realizar las hipótesis sobre los motivos de su desaparición posteriormente para, con ello, evitar la estigmatización que ha surgido en contra de ellos.

A estos muchachos ya se les vinculó con bandas delictivas, “como si eso fuese justificación para no buscarlos(...). El valor de la de las personas no está asociado a si pertenece o no a una banda criminal”.

ana.langner@eleconomista.mx