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Forzados a sufrir y esperar; viven en fiscalía en reclamo de hijos desaparecidos
Sábado 30 de enero de 2016, por
[Veracruz]
Por AFP
29/01/2016 - 08:03 AM
Tierra Blanca, Ver.- Hace más de 15 días que los padres de cinco jóvenes desaparecidos a manos de policías, viven en una oficina de la Procuraduría de Veracruz, instalados con colchonetas, microondas y televisión tratando de poner presión a las autoridades para que encuentren a sus hijos.
Cuando llegaron, pasaron la primera noche en vela sentados en frías sillas de plástico pero, con los días, los angustiados padres transformaron el lugar en un campamento a la espera de noticias sobre sus hijos desparecidos desde el 11 de enero.
“Tenemos ya una casa aquí”, dice Columba Arróniz González, tratando de mantener el ánimo, mientras calienta las tortillas y sirve caldo a su demacrado esposo en el patio de la Procuraduría.
Ambos son padres de Bernardo Benítez, de 25 años, uno de los cinco desaparecidos en el caso de Tierra Blanca, que se ha convertido en un nuevo símbolo de las desapariciones forzadas, cometidas por autoridades, cada vez más frecuentes en México.
El caso ha sido comparado con la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en Guerrero en septiembre de 2014, cuando policías municipales atacaron a los jóvenes y los entregaron a un cártel que, según las autoridades, los asesinaron.
Al menos 275 denuncias por desaparición forzada han sido presentadas ante la PGR desde 2006 y hasta septiembre de 2015, según información de la dependencia.
Las cifras han escalado vertiginosamente: de cuatro denuncias en 2006, cuando el Gobierno declaró la guerra al narcotráfico, se pasó a 68 en 2014. En los primeros nueve meses de 2015 fueron 41.
En Veracruz, siete policías estatales han sido detenidos y acusados de la desaparición forzada de los cinco jóvenes en Tierra Blanca: una joven de 16 años, Susana Tapia, Bernardo Benítez; José Benítez, de 24; Mario Arturo Orozco Sánchez, de 28, y José Alfredo González, de 25.
Los detenidos, entre ellos el jefe policial de la zona, han dicho que los entregaron a integrantes de la delincuencia. El sábado, el jefe local del Cártel Jalisco Nueva Generación fue detenido por el caso.
Fatídico desayuno
Los jóvenes, todos residentes de Playa Vicente, acudideron de fin de semana al puerto de Veracruz para festejar el cumpleaños de uno de ellos.
Tras la fiesta, el lunes 11 en la mañana regresaban a casa, cuando decidieron desviarse para desayunar en Tierra Blanca, explican sus familiares.
En este pueblo operan bandas del crimen organizado dedicadas a “ordeñar” ductos de Pemex.
Dionisia Sánchez, madre de Mario, dijo que los detuvieron por “exceso de velocidad” pero, inexplicablemente y como se aprecia en imágenes de cámaras de seguridad, dos policías subieron al automóvil de los jóvenes y a dos de ellos los metieron a la patrulla antes de llevárselos.
En el transitado lugar donde fueron detenidos hay dos gasolineras y un supermercado y a 100 metros están las instalaciones de la policía estatal.
Trabajadores de una de esas gasolineras dicen no haberse dado cuenta, pero los vecinos comentan en voz baja que los policías estatales "estaban apoderados del pueblo".
Ahora, los cinco chicos se suman a los más de 26.600 desparecidos en México desde 2006.
De hecho, madres de otros desaparecidos que llevan meses o años buscando sin éxito a sus hijos llegan diariamente a solidarizarse con las cinco familias de Playa Vicente.
En su caso hubo una persona clave para ubicar a los responsables: un amigo que estaba en el supermercado vio cuando los policías los detuvieron.
Ver en línea : http://www.zocalo.com.mx/seccion/ar...