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Pide CNDH a SCJN atraer caso de guerrilleros desaparecidos en gobierno de Ulises Ruiz
Jueves 5 de marzo de 2020, por
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Agencias -
marzo 5, 2020
Dos exgobernadores de Oaxaca se encuentran en el “ojo del huracán” al ser acusados de crímenes ocurridos durante su gestión. Uno de ellos es Gabino Cué Monteagudo el cual compareció recientemente ante la Fiscalía General de la República por los hechos ocurridos en Nochixtlán; el otro, Ulises Ruiz Ortiz quien es acusado de la desaparición de dos integrantes del Ejército Popular Revolucionario (EPR).
Al respecto, el periódico La Jornada informó que la presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Rosario Piedra Ibarra, acompañó a integrantes del Comité de Familiares de Detenidos y Desaparecidos “Hasta Encontrarlos”, quienes entregaron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), una petición para que atraigan el caso por la desaparición de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, ocurrida en Oaxaca en 2007.
La última vez que se vio a Reyes Amaya y Cruz Sánchez fue el 25 de mayo de 2007. Trascendió en su momento que supuestos policías los detuvieron en un hotel localizado en la Calzada Madero de la ciudad de Oaxaca y desde entonces, el Ejército Popular Revolucionario (EPR) no ha dejado de acusar al gobierno que encabezó Ulises Ruiz Ortiz de orquestar el crimen y al entonces ejecutivo federal, Felipe Calderón de ser cómplice.
Desde diciembre pasado, el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Penal, con sede en la Ciudad de México, decidió remitir a la SCJN el caso de un amparo promovido por familiares de los desaparecidos, cuyo fallo en primera instancia fue impugnado por la Sedena y la ahora Fiscalía General de la República (FGR).
Sin embargo, hasta la fecha la SCJN no se ha abocado a resolver el asunto, por lo que sus familiares presentaron una petición a los ministros, apoyada con las firmas de 323 personas y 150 organizaciones nacionales e internacionales, para que resuelvan su petición.
La titular de la CNDH dijo sobre su presencia en este acto: “me acompañan este caso, de sus padres que fueron desaparecidos desde el 2007, en el sexenio de Felipe Calderón, para que esto no quede en la impunidad.”
Por su parte, Nadin Reyes, hija de Edmundo Reyes, afirmó que su padre fue reivindicado por el Ejército Popular Revolucionario (EPR), como uno de sus miembros, y por ello responsabilizó de las desapariciones al entonces gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, y al entonces presidente Felipe Calderón: “Hay evidencias de que la desaparición de nuestros familiares no solo participaron autoridades locales, policías estatales, sino también el Ejército Mexicano, la última vez que se les vio a nuestros familiares fue en el Campo Militar No.1, aquí en la Ciudad de México”, señaló.
LO QUE SE HA ESCRITO
Son innumerables notas y artículos que se ha escrito respecto a la desaparición de los dos guerrilleros eperristas. Por ejemplo, el 25 de mayo de 2011, CNNMéxico publicó:
El Ejército Popular Revolucionario (EPR) sigue pidiendo que encuentren con vida a sus compañeros Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez, contra quienes, aseguran, se cometió un delito de lesa humanidad: desaparición forzosa.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) dejó claro en 2009 que le corresponde al Estado mexicano la obligación de “restituir a los mencionados el pleno goce de los derechos humanos que les fueron conculcados, así como reparar los daños y perjuicios que se les hubieran ocasionado”.
La última vez que se vio a Reyes Amaya y Cruz Sánchez fue el 25 de mayo de 2007, y desde entonces, el EPR no ha dejado de acusar al gobierno de Oaxaca de orquestar el crimen y al ejecutivo federal de ser cómplice.
El EPR se adjudicó este año (2011) tres ataques con bomba en instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) para exigir que sus militantes regresaran con vida: “Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, decía un mensaje hallado en la zona del siniestro.
En 2008 se creó una comisión de mediación compuesta por intelectuales —Miguel Ángel Granados Chapa, Enrique González Ruiz, Juan de Dios Hernández, Rosario Ibarra de Piedra, Gilberto López y Rivas, Samuel Ruiz y Carlos Montemayor— para entablar diálogo entre el gobierno federal y el EPR. La iniciativa fracasó.
La Secretaría de Gobernación, encargada de la política interior nacional, apoyó al gobierno de Oaxaca en la teoría de que los eperristas habían sido secuestrados por delincuentes de la entidad, pero rechazaron que se hubiera cometido el delito de desaparición forzada.
El actual gobernador de Oaxaca, Gabino Cué, dijo este miércoles que su administración seguirá con la investigación del caso y se comprometió a investigar si el gobierno anterior —a cargo de Ulises Ruiz, del Partido Revolucionario Institucional— es responsable de la desaparición.
LA PETICIÓN DE JUSTICIA
La guerrilla del EPR publicó hace una semana un comunicado para pedir a sus simpatizantes que redoblen esfuerzos para transformar en ley la exigencia de los familiares y organizaciones civiles de conocer la “verdad histórica sobre el paradero de todas y cada una de las víctimas del pernicioso delito de lesa humanidad de la desaparición forzada” cometida por el Estado mexicano.
La CNDH informó que recibió del gobierno de Gabino Cué una copia del expediente del caso, cuatro años después de que iniciara la investigación. El organismo reiteró su llamado sobre la necesidad de que haya coordinación entre la Procuraduría General de la República (PGR) y de Justicia de Oaxaca para investigar los hechos y “conocer el destino final de los dos agraviados”.
La recomendación advirtió que los informes de las autoridades federales, estatales y municipales habían incurrido en diversas contradicciones sobre el operativo en el que supuestamente desaparecieron los eperristas.
El organismo defensor de derechos humanos confirmó que Reyes Amaya y Cruz Sánchez fueron trasladados a las instalaciones de la Procuraduría de Oaxaca entre el 24 y 25 de mayo de 2007, y desde entonces, no se ha vuelto a saber de ellos.
El EPR es un grupo guerrillero que surgió en el estado de Guerrero en la década de 1960. Su brazo político es el Partido Democrático Popular Revolucionario. En los últimos años se ha unido al paro laboral de los maestros de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) de Oaxaca.
La Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) estableció en 1994 que una desaparición forzada es la privación de la libertad a una o más personas cometida por las autoridades, individuos o grupos que no dan a conocer el paradero del desaparecido, seguida de la negativa de reconocer esta acción y el impedimento al debido proceso y el ejercicio de garantías.
Con información de La Jornada y Expansión
Ver en línea : https://tiempodigital.mx/2020/03/05...