Portada del sitio > En Latinoamérica > NADA QUE CELEBRAR EN PARAGUAY. HOY ES UN DIA DE REFLEXION Y DE LUCHA.
NADA QUE CELEBRAR EN PARAGUAY. HOY ES UN DIA DE REFLEXION Y DE LUCHA.
Domingo 1ro de septiembre de 2013, por
"La “desaparición forzada”, es el término jurídico que designa a un tipo de delito complejo que supone la violación de múltiples derechos humanos y que, cometido en determinadas circunstancias, constituye también un crimen de lesa humanidad. Está caracterizado por la privación de libertad de una persona por agentes del Estado, grupos o individuos que actúan con el apoyo de éste, por lo tanto es imprescriptible".
El "detenido-desaparecido" es término usual para definir a personas secuestradas, privadas ilegítimamente de su libertad, sometidas a torturas, y en muchos casos, finalmente ejecutadas extrajudicialmente, y donde sus cuerpos han sido "desaparecidos", enterrados o escondidos de diversas formas. Todos estos crímenes de lesa humanidad, han podido ser cometidos por los estados o con adquiescencia de ellos, cuando han imperado regímenes de terror y arbitrariedad, sin sistemas judiciales de defensa. El crimen de la desaparción forzada es continuado, pues se comete todos los días, mientras la víctima continúe desaparecida, mientras el silencio individual, colectivo o institucional se mantenga.
En Paraguay aún buscamos "verdad y justicia" para a más de 500 "detenidos-desaparecidos" por razones políticas durante el período del terrorismo de estado 1954-1989. La gran deuda del estado posterior, de transición, es que menos del 1% de estos casos han sido juzgados. E incluso hay condenas internacionales de la CIDH, en las que el estado paraguayo aún está en deuda. La búsqueda no es acotada solamente a sus cuerpos, la búsqueda se refiere también y fundamentalmente a la recuperación de sus memorias, sus historias de vida, sus razones y resistencias frente a la opresión.
A la búsqueda, sigue la localización con identificación plena a través de los métodos de la ciencia, pero ellos deben ser llevados a cabo con "absoluta integridad y apego a los procedimientos científicos" de tal forma que sean útiles y válidos para la "verdad histórica" como para la "verdad jurídica", es decir que sus identificaciones sean válidas para interpelar y defender sus identidades y las historias de vida de cada uno de ellos, sin olvidar a nadie, ante estrados judiciales válidos y de reconocida competencia, solvencia, independencia y compromiso con los derechos humanos.
A este estado de "injusticia permanente" como permanente es el delito de la desaparición forzada, se suman y por esta misma razón de impunidad sistémica, más de 150 ejecuciones extrajudiciales selectivas de ciudadanos en la lucha por la tierra. Y estos casos tampoco se han investigado y no han llegado a avanzar ni el 3% de las investigaciones judiciales.
En esta transición a la democracia que camina como cangrejo, hoy nos encontramos ante un grave retroceso, pérdida de nuestras garantías constitucionales, y además, ante graves injusticias que colocan al sistema judicial paraguayo ante la incompetencia y la manifiesta parcialidad en otros graves hechos donde existen evidencias de violaciones a los derechos humanos como las recientes matanzas campesinas, masivas y selectivas. Hoy, nada que festejar, mucho que reflexionar sobre esta suma de injusticias del pasado acumuladas, y del presente que nos indica con meridiana claridad que: En Paraguay no hay justicia.