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A 34 AÑOS DE LUCHA DE FEDEFAM Y LA CONMEMORACION DEL DIA INTERNACIONAL DEL DETENID@ DESAPARECID@
Domingo 30 de agosto de 2015, por
A 34 AÑOS DE LUCHA DE FEDEFAM Y LA CONMEMORACION DEL DIA INTERNACIONAL DEL DETENID@ DESAPARECID@
1981-2015
República Bolivariana de Venezuela. Agosto de 2015
El día 23 de enero del 2015 cumplimos 34 años de conformada la Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desparecidos FEDEFAM. Surgimos de la necesidad de luchar contra el flagelo de las desapariciones forzadas que se cometían en varios países de nuestro continente. Esta práctica se aplicó masiva y selectivamente en el marco de la “Doctrina de la Seguridad Nacional”. Se llevaron a cabo en los países en que se instalaron las dictaduras auspiciadas por el gobierno norteamericano como fueron Argentina, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Chile, Haití, Nicaragua, entre otros, pero también en los países donde aparentemente se vivía una democracia, entre ellos Colombia, México, Venezuela, Perú y en otros tantos donde existían conflictos internos como en El Salvador, Guatemala, Honduras. En todos se aplicó la desaparición forzada y otros graves delitos como el genocidio, masacres, torturas, exilios forzados, persecución, encarcelamiento, etc.
Nuestra federación se ha enfrentado a varios obstáculos, no ha sido sencillo. En esta lucha hemos perdido a decenas de compañeras que fueron asesinadas y/o desparecidas, tal es el caso de Guatemala, Argentina, Colombia y Perú, y en muchos otros. Los familiares han padecido la represión como en México, Chile, Honduras, Colombia. En otros tantos nuestras fundadoras fueron desaparecidas, torturadas y otros cientos obligadas al exilio. Un video de Madres de Plaza de Mayo – Línea Fundadora, expresa el grito de desesperación que se hacía en su momento ante los medios de comunicación para que recogieran las denuncias de los casos que se presentaban de las desapariciones forzadas. Las llamaban locas al igual que en todo el continente, trataban de acallar la protesta, negar la existencia de nuestros familiares detenidos desaparecidos, intimidar nuestra lucha, minar nuestro coraje. Calcularon mal, su estrategia de terror no les funciono, desataron el amor de madres, abuelas, familiares de nuestros ausentes, siempre presentes. Los torturadores nunca imaginaron que nuestra lucha duraría tantos años, no imaginaron que mantendríamos la memoria y también recogeríamos las demandas de nuestros familiares, y hoy continuamos luchando por una sociedad de Paz con Justicia Social. No se imaginaron, en realidad tampoco nosotras, que lucharíamos tantos años. No nos vamos a cansar hasta conocer el paradero real de nuestros detenidos desaparecidos, ni de luchar contra la impunidad, llevar a juicio a los responsables directos e indirectos de estos delitos, para garantizar que nunca más se repita este crimen que ofende a la humanidad.
Estamos cumpliendo 34 años, y aprovechamos para ratificar nuestro compromiso de lograr erradicar este crimen que ofende a la humanidad. Recordemos que en la época de los 80s, la desaparición forzada no estaba catalogada como delito, los gobiernos trataron de hacernos creer que nuestros familiares se lo merecían por “ser delincuentes”. Todo estaba en nuestra contra: la prensa corporativa, los sistemas de justicia indiferentes y complacientes, médicos que se prestaban a los robos de bebés, empresarios que financiaban y veían con buenos ojos que exterminaran y desaparecieran a nuestros familiares. Veíamos con preocupación que la desaparición forzada iba en aumento y cada vez en más países. En cada Congreso teníamos como principio acudir a los países en conflicto como forma de solidaridad. En algunos, debido al conflicto armado no nos permitieron llegar, como fue en el Salvador en 1986. En otros debimos regresar varias veces, como en Colombia y México donde se agudiza y se mantiene la represión. En estos países se han incrementado en los últimos 10 años las desapariciones forzadas. Lo mismo sucede en Honduras, a pesar de que dichos países han firmado y ratificado la Convención Internacional que protege a todas las personas contra las desapariciones forzadas. En años pasados el representante del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Christian Salazar, informó que la ONU estima que más de 57.200 personas han sido desaparecidas en Colombia, y la existencia de más de 3000 fosas comunes aun sin exhumar. Así mismo el Grupo de Trabajo Sobre desapariciones Forzadas GTSDF de la ONU visitó México y declaró que las denuncias que presentaron los familiares y Organismos de Derechos Humanos no coinciden con la cantidad que tiene registrada el gobierno Mexicano. Aproximadamente en 4 años son más de 4000 detenidos- desaparecidos, o sea, que se triplicó esta práctica en lo que va del gobierno de Felipe Calderón. Varios organismos de familiares de detenidos desaparecidos han denunciado que en lo que va del gobierno de Enrique Peña Nieto van más de 60 mil desapariciones forzadas, entre ellas los 43 estudiantes de Ayotzinapa, que a once meses se mantiene la impunidad y no se ha dado respuesta del paradero de los 43 estudiantes detenidos desaparecidos, al igual con varios hechos como la masacre Tlatlaya. Otro de los casos son las cientos de mujeres asesinadas y desaparecidas por razones sociales en todo el país, sin que el gobierno de respuesta para frenar estos delitos que ofenden a la humanidad.
Hoy la campaña Nacional contra la Desaparición Forzada impulsa en conjunto con familiares y expertos una ley que contemple medidas para prevenir, investigar y reparar las desapariciones forzadas, incluyendo las desapariciones de personas cometidas por particulares, necesario es apoyar este esfuerzo.
En Bolivia las compañeras están impulsando una comisión de la verdad que recoja todos los hechos que durante años han padecido dictadura tras dictadura y han arrojado cientos de desaparecidos, asesinados, torturados y exiliados.
Recordemos que en Honduras, después del secuestro de Manuel Zelaya, se incrementaron las victimas de desapariciones forzadas de 184 a 300. Lo mismo pasó en
Paraguay después del golpe contra el presidente Lugo, la represión se incrementó contra periodista, campesinos y defensores de derechos humanos quedando impune la masacre de Curuguaty.
Reconocemos que en otros países no se ha aplicado la D-F en estos últimos años, pero la impunidad se mantiene. Argentina es el país con más juicios y condenas a los responsables de estos delitos de lesa humanidad, pero tiene dificultad de condenar a los responsables civiles de la última dictadura. Sin embargo, en 2006 fue detenidos desaparecido Julio López, del que hasta fecha no se ha dado respuesta de su paradero. Hoy los familiares siguen solicitando aún la apertura de los archivos de la última dictadura militar.
Dentro de las estadísticas de las desapariciones forzadas con las que contamos figuran las siguientes: Argentina, 30 001; Bolivia, 180; Brasil, 160; Colombia, 57 000; Chile, 1 200; Ecuador, 14; El Salvador, 20 000; Guatemala, 45 000; Haití, 12 000; Honduras, 400; México, 60 000; Nicaragua, 10 444; Panamá, 207; Perú, 20 000; Uruguay, 200; Paraguay, 300 y Venezuela, 4 000 dentro del periodo de 1960 a 1998.
Es un total 261 106 detenidos desaparecidos desde que nace la desaparición forzada en América Latina en la década de los 60s, y a pesar de los avances que hemos logrado, sigue su práctica sobre todo en los países que se han caracterizado por sus políticas neoliberales de represión como es México y Colombia, que tienen años contando con los primeros lugares, enmarcados en la supuesta lucha contra el narcotráfico que ha servido para reprimir al pueblo e imponer su política neoliberal.
Esta lucha no ha sido sencilla: los gobiernos neoliberales han tratado de disfrazar su política para mantener la Impunidad. Los gobiernos han impulsado sus leyes de perdón, sus leyes de amnistía, impulsan comisiones de la verdad que se quedan en nada, fiscalías que son obsoletas; propuestas van y vienen y los familiares seguimos incansables, inspirados en los principios de dignidad, reivindicando a nuestros hombres y mujeres que lucharon por sus pueblos. No fue una lucha individual, fue colectiva y colectivo sigue siendo nuestro trabajo en todas nuestras acciones de protesta que hemos impulsado: marchas, plantones, protestas callejeras, huelgas de hambre ante la ONU, OEA y así logramos que se tomara en cuenta nuestra demanda.
Hoy el mundo recoge una de las actividades que nació con nuestra Federación en noviembre de 1981 en el 1er Congreso Extraordinario que se realizó en Caracas, Venezuela como es la declaración del 30 de Agosto como "Día Internacional del Detenid@ Desaparecid@". Valoramos con suma alegría que uno de los principales objetivos de nuestra lucha se va cumpliendo como fue la aprobación, firma y ratificación de la Convención Internacional para la Protección de todas las Personas contra la Desaparición Forzada. Hoy nuestra prioridad es el reconocimiento y el funcionamiento del comité que velará para que se cumpla su mandato y sea efectiva la implementación de la convención en los Estados Parte que permita prevenir más desapariciones. Este es un logro que obtuvimos en la 61ª Asamblea General de Naciones Unidas el 6 de diciembre de 2006, con su pronta ratificación que fue una meta para las organizaciones de América Latina, Asia y África, y que entró en vigor el 23 de diciembre de 2010.
La ONU también reconoce el día internacional del detenido desaparecido desde que FEDEFAM lo promovió en su 1er Congreso Extraordinario realizado en 1981 en Caracas Venezuela, donde en consenso se aprobó esta fecha para reivindicar a nuestros familiares y mantener viva su memoria.
Hemos logrado unir nuestro sentimientos en una sola voz, una sola lucha, un solo dolor con los familiares de Federación Asiática contra las Desapariciones Forzadas, y Los familiares de África que están coordinados en un organismo que lucha contra esta práctica.
Para FEDEFAM ha sido pieza fundamental el apoyo recibido por los Grupos de Apoyo de Ginebra, de EE.UU. América Latina, Francia, Holanda, Italia, Alemania y muchos otros países que también han hecho suyo este dolor que hemos transformado en lucha, como decía nuestro querido padre Juan Vives: dolor que se transforma en fortaleza de lucha porque está inspirado en la dignidad de nuestros detenidos desaparecidos. No podemos olvidar a nuestros asesores, orientadores que han hecho suyo este gran trabajo, y que a pesar de todos los obstáculos que hemos tenido, SEGUIMOS EXISTIENDO.
A 34 años de lucha ratificamos nuestro compromiso para que nunca más se detenga y desaparezca a nadie en el mundo.
´¨Por la Vida y la Libertad, Ni Desaparecidos Ni Impunidad´´
De: Federación Latinoamericana de Asociaciones de Familiares de Detenidos Desaparecidos- FEDEFAM
Edif. Aldomar, Piso 7, Ofic. 55, Marrón a Cuji.
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Caracas – Venezuela
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